
La enfant terrible de la música pop, Lily Allen de 24 años, fue elegida por la edición británica de la revista GQ como la mujer del año por ser una de las artistas más influyentes e innovadoras. Y, como corresponde a su estilo provocador, puede vérsela en la tapa desnuda, aunque cubriéndose el pecho con las manos y un collar. En la entrevista, Allen confiesa no ser nada pudorosa. De hecho, afirma que no tuvo ningún problema en desnudarse frente al fotógrafo Simon Emmet. También confesó que no se avergüenza de tomar drogas: "Creo que, mientras que no seas malicioso y no estés haciendo daño a la gente, no tendrías que avergonzarte de lo que hacés. He tomado drogas; se cruzaron en mi camino y me parecen divertidas. No creo que sea una mala persona por tomarlas". Sin embargo, en este último tiempo, Allen pasó de ocupar las portadas de los tabloides británicos por sus juergas a ser elegida como ícono fashion por diseñadores de la talla de Karl Lagerfeld, quien la eligió como imagen de su nueva línea de bolsos otoño/invierno. ¿Estará sentando cabecita?«
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